YO CUIDO A LA FAMILIA

 

NO BASTA	SI BASTA
Traerlos al mundo porque es obligatorio, porque son la base del matrimonio o porque te equivocaste en la cuenta.	Saber lo que un hijo verdaderamente significa. Son lo más valioso y representan el futuro de la familia y la sociedad.
Llevarlos a la escuela a que aprendan, porque la vida cada vez es más dura, ser lo que tu padre no pudo ser.	Con brindarle nuestros valores  en casa, y ensañarle que lo que realmente importa es ser hombres de bien.
De afecto tú le has dado bien poco, todo por culpa del trabajo y del tiempo.	Dividir nuestro tiempo porque tenemos que tener un momento para todo y todos, especialmente para los miembros de nuestra familia.
Que cuando quiso hablarte de un problema, le dijiste “será mañana, ya es muy tarde y estoy cansado”.	Dar atención a nuestros niños, escucharlos, pues somos sus mayores consejeros.
Comprarle todo lo que quiso comprarse y viviera lo que tú no has vivido.	Enseñarle que para tener algo que quieres, muchas veces debes esforzarte para conseguirlo.
Creerse un padre excelente, porque la gente te dice: “A tus hijos nunca les falta nada”.	Acompañarlos en todo momento y dar afecto, pues no solo se trata de las cosas materiales.
Cuando quiso hablarte de sexo, se te subieron los colores al rostro y te fuiste.	Hablarle de la vida y sus etapas, orientarlo de la mejor manera.
Porque de haber tenido un problema, lo había resuelto comprando en la esquina lo que había.	Enseñarle que hay solución para todo, que no hay que frustrarse, pues siempre vamos a estar ahí en los malos momentos para apoyarnos.
Con comprarle curiosos objetos.	Con mostrarle que lo material no llena realmente nuestros corazones.
Cuando lo que necesita es afecto, aprender a dar valor a las cosas, porque tú, no le serás eterno.	Enseñarle el verdadero valor de las cosas y que realmente vale. Priorizar a nuestros seres y que las cosas materiales vienen por añadidura
Castigarlo por haber llegado tarde, si no has caído ya tu chico es un hombre, ahora más alto y más fuerte que tú.	Saber que ya le has ensañado todo lo que debía saber, lo guiaste de la mejor manera, le ensañaste lo debido e indebido, sus consecuencias. Ya es tiempo de hacer su propia vida.